Pavarandó, o Colombia y su maneras de ser y hacer

I
Cruzando el río sucio hay un aviso que promete futuro
esta firmado por la Antioquia nueva
el eslogan de la pasada administración departamental.

Hacía Pavarandó desde Mutatá
nos separan 22 Kms. de carretera destapada.
Hay sectores de montaña ya convertidos en pasto para vacas.

El sitio de la deforestación inicia tumbando los árboles para explotar de la selva la madera
y, luego se hacen quemas controladas para dejar la tierra apenas para sembrar yucas
durante los siguientes 5,6 ó 7 años,
luego entran las vacas.

Pienso en lo de Antioquia nueva porque es nueva la población de este pequeño
pueblo ubicado justo en el límite entre paisalandia y el chocó biodiverso.

Aquí son pocos los que han sobrevivido a las tomas de los diferentes grupos armados que se disputan el control de la amplía región bananera del Urabá, mientras ha sido exterminada la izquierda legal (PCC/UP) que dominaban siete de los once municipio en el eje bananero, más de 800 comunistas y miembros de la Unión Patriótica asesinados desde el 1990 hasta 1997 cuando se establecen los "paras".

La ofensiva de las FARC contra las bases para/militares era esperada y, según un comunicado guerrillero, los paramilitares fueron respaldados y "apoyados por helicópteros Black Hawk, que despegaban de la base militar de Mutatá, reafirmando una vez mas la abierta conexión entre Ejército y Paramilitares en Urabá". Cada pocos días, desde el 97 hasta el 2005, han llegado y se han ido cientos de maltrechos campesinos, que huyen de las amenazas de los paramilitares y los bombardeos del Ejército en su guerra por arrebatar a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) el control territorial del departamento del Chocó, estratégico y rico en recursos naturales.

El esplendor natural chocoano y la variedad de sus recursos están estrechamente relacionados con las culturas de las poblaciones que allí habitan, con la manera como los conciben y el papel que ocupan en la continuidad de sus patrones culturales de vida. Pero nuevas alternativas de explotación cada vez más extendidas, plantean disyuntivas entre conservación o desarrrollo.

EL CHOCÓ es una región casi desconocida para los colombianos, acostumbrados a reducirla a estereotipos sociorraciales arraigados. Sin embargo, surge ahora un interés por el Chocó, nacido de los temores cada vez más generales frente a la destrucción ambiental y del propio ser humano.

La mayoría de los habitantes está aquí desde hace tres años
cuando estaban saliendo los paramilitares.

El pueblo fue tomado por la guerrilla de las FARC, por la zona de la hacienda la secreta, bastión "para", en el año 2003 en un intento por retomar lo que la extrema derecha consolidó también con violencia...

Cuentan algunos que después del éxodo hacía Panamá
sólo quedaron los perros en tristes lamentos,
sin embargo seguía pasando el indígena Embera con su cara pintada de rojo y negro
figuras extrañas delineadas en hermosas facciones
de rostros masculinos y femeninos
con miradas profundas e inquietantes que a duras penas contestan al saludo de un extraño
si usa la palabra aché como saludo
Aché!

Extraño.
Esa palabra también se usa en Cuba para nombrar la buena suerte
Aché!
Nunca comprobé la eficacia simbólica de tal palabra entre los Embera y los colonos
es decir nunca los llamé así; noté que estos últimos: blanco, o negro, o cholo, pero sobre todo el paisa, utilizan esta palabra sobre el indígena a la manera de un mandato, como un señalamiento
una marca de la que cuesta escapar, el estigma.

Similar les ocurre a los hombres y mujeres de raza negra
no sólo aquí ad portas de la selva más húmeda del planeta;
en paisalandia y muchas partes de Colombia se les llama “negritos”
¿Por qué el diminutivo?
La palabra minimiza tanto como deprecia
además de que califica bellamente, en algunos casos...

El lenguaje es una trampa que te atrapa
igual te enamora que te "mata"
te captura diríamos los antropólogos:
el lenguaje tiene el poder de nombrar, de hacer ser
quizás el lenguaje sea realmente dios.


II
Ya entrando al caserío
un mensaje de la policía nacional habla de un pueblo en paz
con ganas de progreso y desarrollo social
¡Cuesta creerlo!

Hace un par de días los policías
que tienen el control de este pequeño casco urbano
medían fuerzas en la fiesta que provoca los excesos
la paz estaba asegurada por policías borrachos.

Sí, se emborrachó la policía y como no falta el sapo...
por supuesto también otro policía
llamaron a Apartadó y desde allí vino un duro de los duros
y pilló en flagrancia a mas de agente borracho,
y a más de una jovencita caliente saliendo de las trincheras:
les tomaron fotos y los grabaron...
a los mas untados los mandaron pal monte, justo el día que llegaba...
pal monte como castigo y para más, ya no serán más policías el próximo mes.

¿Dónde pararán?
paran paran paran...
seguro de “paras”!

Por el monte hacia Mutatá hay un cordón militar,
por el monte hacía el Chocó hay un cordón paramilitar
¿No dizque ya se desmovilizaron?
las guerrilla, me dicen, esta pal lado de los indígenas, o sea, por los lados donde habitan los indígenas, esos extremos a donde fueron arrinconados por el blanco desde los tiempos del español hasta los del paisa...

Pero... ¿por qué razón cuidan tanto esta pequeña aldea lineal de 50 casas al lado y lado de la carretera destapada justo al lado de un río llamado también Pavarandó?

A comienzos del siglo XX, después de la venta de Panamá,
se hablaba de las selvas del pacífico como tierras baldías que pertenecían a la nación.
¿Nación?, ¿Qué es nación?

Jamás se mencionaba a la gente que habitaba en estos lugares inhóspitos
comunidades indígenas y afro descendientes
desperdigadas en la selva en función de las minas de oro y plata
que datan de la colonia española y que no cesan de abrirle heridas a la tierra...

En el territorio embera se establecen los primeros centros mineros en el alto río San Juan a principios del siglo XVII, entre los que se destacan Nóvita y la Sed de Cristo. En el río Atrato,
las primeras fundaciones de poblados de estilo español se deben a las políticas del Bachiller Antonio Guzmán y Céspedes, entre 1668 y 1672. Los embera le colaboraron a Bachiller en establecer los pueblos, como centros mineros y de comercio, exigiéndole no ser desposeídos de sus tierras ni encomendados a persona alguna particular.

Se sabe, sobre la otra orilla, de la presencia de esclavos africanos en toda la costa pacífica colombiana, (ecuatoriana y peruana) y hacía el píe de monte de la cordillera andina occidental
desde de las aventuras de Robert Stivenson en la isla del tesoro, hasta los archivos de Popayán
y Quito, escritos por curas e inspectores del virreinato español hablando del tráfico de mercancias humanas.

Y de la presencia indígena, ni se diga.

Nos sobreviven a 500 años de invasión y exterminio de lo otro y del otro
Una situación que no para en pleno 2008.

Los Embera son un pueblo amerindio del occidente de nuestro país, y del oriente de Panamá, la tierra perdida. Son unas 80 mil personas. Se conocen como emberá katío a los que habitan en el alto Sinú y el alto San Jorge, departamento de Córdoba y en Urabá, departamentos de Antioquia y Chocó; en Colombia, embera chamí a los que viven en las cordilleras occidental y central de los Andes, departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío y norte del Valle; Chocoes o simplemente Emberá a los que habitan la cuenca del bajo San Juan, municipios de Istmina y Pizarro; el río Curiche, municipio de Juradó en el Chocó (Colombia); y en la comarca Embera-Wounaan (comarca) en el Darién (Panamá). Y como Eperara siapidara o Epená, a los de la costa Pacífica de los departamentos de Valle, Cauca y Nariño, en Colombia.


III
Los “paras” se fueron por qué no pudieron con los espíritus!
Ja!
En una de esas prácticas horrendas de las que poco hablan los que se quejan de la violencia política llamándola simplemente terrorismo, pasaron por la motosierra un joven indígena embera: la comunidad maldijo a los hombres armados
y los puso en manos del espíritu del mal.

Un aspecto de la importante vida de los Embera es su relacionamiento con los espíritus Jai por medio de sus jaibanás, chamanes no hereditarios que aprenden de sus maestros ya experimentados, sobre el poder mágico espiritual, desde el cual se regula la vida, la salud, la subsistencia y la naturaleza.

Dicen que los "paras" se volvieron locos
que se golpeaban con las paredes, poseídos
que se mataban entre ellos, envenenados
y como siempre todo, todo lo arregla la plata.

...algún narco compró el batallón que estaba a su paso y se entregó, perdón, se desmovilizó
y sus hombres quizás estén en un sanatorio o sanándolo todo en bacanales similares.

Porque... espero que quede claro como los paras nacen todos los días!!!

Mientras cada vez más guerrilleros son dados de baja o terminan desmoralizados... matando a sus jefes... Y cada banda de pillos (o de policías en retiro, qué digo, retirados), se hace llamar “paras”, y lo peor, todo el mundo los llama “paras” sin problema;
pero si hay problema en ello, otra vez las palabras...

Nos cuesta dejar de llamar terroristas a las FARC; pero cualquiera es “paraco”
aun sin saber nada de derecha, ni de ideología ni de política.
Ellos si son políticos aunque sus armas de persuasión sean las motosierras.


Pavarandó es un escenario testigo de la violencia motor de esta nación en construcción.

Desde 1997, sus habitantes han estado huyendo de la violencia, como lo han hecho en la última década al menos dos millones de colombianos; y cuando tiempo después retornaron a sus tierras, apenas traían unas pocas semillas y una que otra gallina. Lo habían perdido casi todo y decidieron empezar por el principio: recuperar sus cultivos y, a través de ellos, dotar de un nuevo sentido a sus vidas; pero después de los paras vendrían los guerreros, y después los militares... lo que quedaba se fue perdiendo entre tanto el éxodo y bajo fuego... hay datos de enfrentamientos entre la comunidad y el ejército; pero se perdieron varias especíes de maíz y de arroz...

Apenas 50 mil personas desplazadas por el conflicto en Colombia han logrado retornar a sus lugares de origen o trasladarse a otras regiones para iniciar la reconstrucción de sus comunidades, según cifras oficiales. Muchas de ellas están haciéndolo a través de proyectos de seguridad alimentaria. Por ejemplo las mujeres de Villahermosa, población localizada en el curso bajo del río Atrato, departamento del Chocó, limítrofe con Panamá-son supervivientes del terror impuesto por los grupos paramilitares de derecha, que se disputan con las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia esa zona estratégica. Pero hace cuatro años algunas se dirigieron hacia el poblado de Pavarandó, donde se constituyeron en "comunidad de paz", un concepto propuesto por la Iglesia Católica por el cual un grupo de personas se compromete a ser neutral en el conflicto, no usar armas, actuar colectivamente y adoptar planes internos de seguridad.

Las mujeres tomaron con tal seriedad el compromiso, que entre los pactos sellados para un año de exilio forzoso en Pavarandó aceptaron no alternar con maridos o hijos que estuvieran en alguno de los bandos armados. Lo que le molesta al Gobierno nacional, al presidente particularmente, es que entre los armados se considere por igual a la policía o al ejército...
otra vez la palabras... no es sencillo dejar de ser mediador y pasar a ser actor en el conflicto, como le cuesta creer al Estado Colombiano... estos días un vecino debió corretear a machete a un agente de la policía porque... literalmente se le estaba comiendo a su hija.

La violencia como materia prima social...

Violencia fueron las transacciones en los mercados de Cartagena
cuando los negros desembarcaban atados.

Violencia, el desconocimiento del que fueron objeto por parte del estado
que apenas hace unos 16, 17 años (los que tiene la nueva constitución),
les ha concedido títulos de propiedad sobre la tierra que han cultivado
reinventándose la vida (y aunque pocos lo crean...) intercambiando cosas con los indígenas
palabras, objetos, conocimientos
toda una cuestión de años...

La antropóloga francesa Ann Marie Losonsky
nos contaban como anecdotario de sus clases
crónicas de sus viajes entre los Emberas...
y cuenta cómo un día vio al rey embera portando un bastón de mando
idéntico al que usan comunidades indígenas centroafricanas,
tampoco han cesado los intercambios entre los seres humanos a pesar de todo el dolor;
pero los intercambios como fenómenos constitutivos de la sociabilidad
durante estos 500 años y más, han estado determinados, insisto, por el uso de la violencia.


IV
Es el caso de la subsistencia de las culturas negra e indígena
y de la reconstitución de ambas, y lo resultante, tras su encuentro:una labor de años.
La acción social se construye tras la repetición.

Caminando el segundo día por Pavarandó
veo que en el lugar donde lavan las mujeres también se bañan los hombres.

En la mayoría de los pueblos de estas latitudes
la comunidades originarias negras o indígenas, incluso tan actuales como la Palenquera, a 60 kms. de Cartagena, los espacios que ocupan las mujeres no son los mismos de los hombres
y esté es un ejemplo de lo que se necesita para vivir en sociedad,
una serie de acuerdos tácitos que no se sabe ya quien los dictó ni
quien los estableció ni quien vela por su cumplimiento,
así se fortalece, sino es que así nace la cultura.

Pero como esta gente acaba llegar hace tres años
no tiene clara esas reglas,
así como no hay quién se ocupe de pensar qué hacer con las basuras
no hay quién se ocupe de pensar la acción social
¿Habrá existido algún chamán cuya misión sea esa?, ¿escribir la gramática social de una comunidad?
Y como las mujeres, mucho más en el ámbito rural, al igual que los indígenas y los negros están sometidas a la violencia simbólica del lenguaje
no es que no puedan hablar y pedir que por favor les den un espacio,
esque quizás ni se enteren que tienen esa necesidad o ese derecho.

Esta violencia que domina y señala
habla desde posiciones machistas, blancas, etnocentristas, o sea, considerando que lo blanco, macho y paisa es lo más importante y lo único valido.

Esto también es violencia.

No imaginan las discusiones entre qué tan bueno o no, resulta penetrar a una burra.
El costeño y el paisa se miran con recelo frente a sus prácticas...


Se me ocurrió que tras las incursiones armadas y el repoblamiento de estas zonas que también puede entenderse cómo nuevas formas de colonización
mejor aún... de recolonización
podían constituirse, como cuando los esclavos se cruzaron con los indígenas, o como cuando las mujeres se le negaron a sus hombres... construir unos micro laboratorios sociales para realmente hablar de paz, desarrollo y progreso social, promoviendo, por ejemplo... acciones encaminadas a la protección del medio ambiente (como la recolección de basuras), al auto cuidado de la comunidad y el respeto por el otro.

Pero eso nunca será posible bajo una política nacional de guerra que no sólo se expresa en la cantidad de dinero invertido, digo malgastado en el gasto militar, digo en la empresa de eliminación legítima del otro que lleva a cabo el aparato represor del estado... sino también en esas miradas de desconfianza que constituyen la interacción cara a cara entre colonos, indígenas, policías y turistas, digo, y seres extraños como yo.

Aquí cada familia se deshace de las basuras arrojándolas al patio trasero de su casa,
es decir, a la selva, muy cerca de algún pequeño caño de agua.

Aquí la gente que se va al río arroja al propio río las basuras de lo que se come mientras toma un baño en el río.

Y esa gente a veces no entiende por qué el agua baja tan sucia...
se preocupa más por el agua fangosa
que llena de plásticos y botellas de gaseosa, ja!

En un ambiente así es difícil formular una pregunta
es difícil hablar con los demás.

Todos temen que vuelva la guerrilla u otro comando de muerte
Y si eso pasara no hay refugio ni siquiera espiritual... aquí no hay cura ni iglesia
sòlo uns secta penetcostal...

Tendrán que corren para atrás... por la selva


V
A los colombianos nos caracteriza la intolerancia... es cierto que somos amables...
Pero antes de conocer bien al otro y mostrándonosle solidario, el otro nos parece tan creído y tan pinchado... No sólo las palabras construyen barreras...
Las creencias también.

Si bien por la vía desde Mutatá hasta èste hueco
hay un gran depósito de basuras, este queda al aire libre,
así éstas tierras montañosas no solamente son las tierras del loro y de la guacamaya sino también de los gallinazos y seguramente también de los aviones de guerra.

Bueno, ya eso es un decir...
por aquí lo más grande que pasa son los camiones llenos de yuca
y de los hombres que trabajaron duro sacándola
la yuca es el pan de cada día
aunque el aire huele es a borojó
Pavarandó
Pavarandó
huele a borojó y guanábana...


Sin embargo
Los atardeceres... la selva que se levanta del otro lado del río...
La majestuosidad de la naturaleza sigue siendo un campo de confrontación
sólo intentar contar la guerra entre indígenas y "paras"
nos obliga a hablar de historia; pero ir a pasear no necesariamente...

Me sentó bien entrar al sitio donde todo se pudre y vuelve a brotar:
La violencia natural de la naturaleza
mi cuerpo esta lacerado por los mosquitos y mis uñas.

Mi mirada estuvo perdida, demasiado oscuro todo.
No me refiero al optimismo, hablo del clima
de la lluvia torrencial que se desata de pronto...
y como intentando salvar las culpas me lanzó a mojarme en pos de alcanzar la escalera y volver a la ciudad.

El busero es un man de Medellín, lo sè viendolo:
sólo él y yo disfrutamos del beat de su equipo de sonido
ACDC, PINK FLOYD, KRAKEN...

El bus esta lleno de campesinos e indígenas, dos hombres negros,
una familia de turistas y yo.

De repente descubro como nos miran...
Sin embargo pienso...
Ah, que pereza estar oyendo vallenatos.